La envidia resulta peor aún que una pérdida de tiempo. Porque sintiendo envidia te estás paralizando a ti mismo.
La envidia levanta una pared entre ti y la abundancia que, de otro modo, podría ser tuya. Puede reducir drásticamente tus mejores oportunidades.
¿Alguna vez has sentido resentimiento cuando alguien ha logrado, o vivido, o alcanzado algo en particular que tú no? Si algo así te sucede, entonces esa envidia lo único que logra es empeorar tu situación.
En lugar de sentir envidia por la buena fortuna de los demás, siente un genuino agradecimiento por ello. Eso te coloca automáticamente en una posición mucho mejor para experimentar una fortuna similar en tu propia vida.
Festejando los logros de los demás te conectas con una onda positiva y poderosa que conduce a la abundancia de la vida. Optando por sentirte inspirado, tus ojos se abrirán a muchas más posibilidades valiosas y positivas.
Siéntete sinceramente agradecido por el éxito que ves a tu alrededor. Y ese éxito pronto será tuyo.
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