domingo, 26 de enero de 2014

Mi Vida...



La imaginación ingresa a mi mente y visualizo claramente mi vida, rodeado de montes y nubes, el sol en su máximo esplendor hace mas morena mi piel, a lo lejos puedo ver una ciudad llena de catedrales e iglesias, con sus parques y plazas coloniales, por su lado antiguo y edificios altos con casas transformadas en sitios comerciales, grandes avenidas que se ven atestadas de autos, típico trafico de una metrópoli, por su lado moderno; gente que va y viene, cargando a cuestas el diario vivir de su ciudad, que trae consigo el stress propio de la vida.

Me veo rodeado de muchas cosas y oigo tantos ruidos a mi alrededor que no los puedo distinguir con claridad, pitos, gritos, silbidos, motores, en fin una orquesta completa de música perfecta para mi.

Me quedo por un momento observando la gente y no puedo comprender el porque todos van de un lado a otro, saltan, se bajan, suben, caminan, corren, etc., pero no se paran y se observan como yo lo hago.

Disfruto mucho este momento de paz interior. Me siento bien.

Los frutos de mi persona están ahí, jugando, revoloteando de un lado hacia otro, y los veo felices, ellos están creciendo y como todo desarrollo, llevan a cuestas su edad. Los Amo.

La pareja que comparte conmigo su amor, también esta junto a mi, ella como siempre apoyandome en todo, es un gran soporte en todas mis decisiones, sentimientos, penas y alegrías. La Amo.

Me siento bien, porque soy un hombre realizado, soy una persona que disfruta lo que hace y lo que dice, lo que fabrica y lo que desecha, pues si, estoy con mucho bienestar en mi vida. Me Amo.

Las personas que me conocen y las que no mucho, ven en mi a un hombre exitoso, con muchos valores y digno ejemplo a seguir; obviamente no saben a ciencia cierta como fueron mis orígenes y las penurias que tuve que pasar para llegar a donde me encuentro. Pero con cada problema que hubo en mi vida, hubo una oportunidad para seguir adelante y mas que dificultades fueron bendiciones que puso Dios en mi camino para adornar mi vida de esperanzas verdaderas.

Tengo una buena salud que llevo desde que nací, aprecio mucho lo que la naturaleza me ha dado para caminar por este sendero lleno de paz y alegría.

Alzo la mirada y siento esa armonía entre cielo y tierra, me cubro de aire para poder disfrutarlo en su totalidad, el agua que corre por mis venas me hace sentir vivo nuevamente y puedo palpar con estas manos creadoras, las miles de estructuras que tiene el mundo.
En fin, Gracias por lo que soy, he sido y seré, Gracias al Yo interno por ser como soy, un ser humano.

P.d. : El cuadro que esta al inicio de este articulo es la "Iglesia de San Francisco" Quito-Ecuador,  de mi autoria.